“Es una emoción grande poder charlar con ustedes, poder charlar con los chicos del Club. Yo me identifico mucho con los chicos porque cuando vine de Jujuy, de Ledesma, vine a la pensión de River”, contó Ariel Ortega.
El Burrito destacó lo que fue su experiencia: “Para mí fue algo maravilloso poder haber venido a la pensión, porque fue una de las cosas más lindas que me pasó en la vida. Yo estaba en Ledesma y lo único que tenía en la cabeza y lo que quería en mi vida era jugar en River”.
“Los mejores años de mi vida los viví en la pensión y haber debutado en River. Creo que ése era el pensamiento que yo tenía y si volviera a nacer haría lo mismo. Todos los chicos que nacen y son jugadores de fútbol quieren estar ahí, en esa cancha. Quieren entrar ahí. Y estar en ese momento es único. No hay para palabras para describir esto”, continuó Ortega.
Ariel también les dejó consejos a los chicos: “Es un sacrificio, porque tenés que entrenarte mucho, tenés que hacer un sacrificio, por supuesto. Nadie te regala nada, a mí nadie me regaló nada. Todo lo conseguí a base de entrenamiento, de entrenarme todos los días, de entrenarme al 100%, de ser profesional, de hacerles caso a los entrenadores, de hacerle caso al preparador físico, de hacerles caso a tus papás, a la gente que realmente te quiere”.
“Si vuelvo a nacer, si vuelvo a hacer lo mismo, no me hubiese ido nunca de River”, cerró el ídolo.